Entrevista a Isabel Monar: Acompañamiento perinatal con Musicoterapia
Isabel Monar es musicoterapeuta y su labor está enfocada principalmente en el periodo perinatal. Forma parte del equipo multidisciplinar en Arrels, un espacio terapéutico-educativo integral de acompañamiento perinatal, ubicado en Valencia.
Llega a la musicoterapia después de una larga trayectoria como cantante de ópera, concertista y profesora de canto en la Escuela Superior de Música de Alto Rendimiento (ESMAR). Como persona con inquietud de conocimiento y autoconomiento, siempre se ha sentido atrapada por la psicología humana, por eso, se forma como monitora de mindfulness del sistema Advaîta y posteriormente como musicoterapeuta, integrando la voz con la intervención terapéutica.
En la imagen, Isabel Monar. Fotografía de Michal Novak
Musicando: ¿Cómo se concibe la maternidad en una sociedad como la nuestra? ¿Crees que se han producido cambios?
Isabel Monar: La maternidad es una parte importante en la vida de las mujeres. Concebir, gestar y dar a luz puede ser una experiencia gratificante o por el contrario puede ser una experiencia traumática, o que se vivencie desde la soledad. La situación actual está cambiando, pero no se puede negar el “maltrato” que se ha venido viviendo en esta faceta de sus vidas. No hemos sido dueñas de nuestros partos, ni de los proceso de gestación… La historia nos relata episodios de mujeres a las que se les ha separado abruptamente de sus hijos e hijas después de dar a luz, por ejemplo, en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), donde no se dejaba entrar a las madres. Afortunadamente, estas situaciones ya están cambiando y es aquí donde, también está cobrando protagonismo la musicoterapia, ya puede ser una herramienta buenísima para acompañar en este proceso.
Isabel Monar: La maternidad es una parte importante en la vida de las mujeres. Concebir, gestar y dar a luz puede ser una experiencia gratificante o por el contrario puede ser una experiencia traumática, o que se vivencie desde la soledad. La situación actual está cambiando, pero no se puede negar el “maltrato” que se ha venido viviendo en esta faceta de sus vidas. No hemos sido dueñas de nuestros partos, ni de los proceso de gestación… La historia nos relata episodios de mujeres a las que se les ha separado abruptamente de sus hijos e hijas después de dar a luz, por ejemplo, en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), donde no se dejaba entrar a las madres. Afortunadamente, estas situaciones ya están cambiando y es aquí donde, también está cobrando protagonismo la musicoterapia, ya puede ser una herramienta buenísima para acompañar en este proceso.
¿En qué momentos se puede llevar a cabo la musicoterapia? ¿En qué situaciones se puede intervenir?
El campo de trabajo en torno a la maternidad es muy amplio, porque interseccionan otras circunstancias donde las gestantes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, en centros de acogida, mujeres que están embarazadas sin desearlo, mujeres que viven en entornos de maltrato, embarazos tras una vivencia de agresión sexual, mujeres que se encuentran solas… Pero también perfiles de mujeres que, digamos, encajan dentro de perfiles normativos, donde la concepción es buscada, se encuentran acompañadas y arropadas por su pareja…
El trabajo de intervención musicoterapéutica en relación a la maternidad puede realizarse durante el periodo perinatal, el parto, el posparto y el acompañamiento en la crianza.
¿Cuál es la realidad con la que te encuentras en tu trabajo como musicoterapeuta?
En mi caso, las circunstancias me han llevado a acompañar a parejas que sienten que ese hijo o hija es deseado. Me centro básicamente en la parte de la gestación, en el cuidado de la mujer durante este periodo de su vida tan delicado y a la vez tan importante. Para mí, poder estar con ellas y acompañar en este proceso es un regalo. Que puedan verbalizar los miedos, que los hay, las inquietudes, miedo al dolor, zozobra ante lo que pueda pasar después…
¿Por qué tiene importancia la voz en el periodo perinatal?
El impacto de la voz de la madre en el mundo intrauterino del bebe es indiscutible, debido a que el sonido de la voz de la madre es una necesidad. Me motiva este trabajo por mi propia experiencia como madre y lo que me aportó el canto, contribuyendo a crear un vínculo hermoso con mi hijo, más allá del embarazo. La música por si sola puede aportar múltiples beneficios, pero, como terapia y con unos objetivos claros, los resultados son aún mayores.
Trabajamos la voz, a través de la respiración o la resonancia para conectarla con el útero. Rescatamos canciones de cuna, para que ellas las canten con su bebé y se vinculen a través de ellas. Escogemos canciones populares o hacemos songwriting, que son canciones propias, con letras personalizadas, con mensajes que quieran dar ya que, a veces, les puede resultar más fácil expresar al bebé lo que sienten cantando que hablándoles.
Al trabajar en pareja, ellas se sienten acompañadas y se refuerza el vínculo, ya que es un soporte importante en cualquier momento de la relación, pero aún más en este periodo. Al iniciar el proceso les pido que elaboren una lista de reproducción de música que forme parte de su historia de pareja y que les hagan sentir bien. Esta selección de canciones la utilizarán durante todo el embarazo para que sea un punto de encuentro con el bebé cuando nazca. Es importante señalar que, el oído del bebé ya está desarrollado en los últimos meses de gestación y, por lo tanto, ya las habrá estado escuchando, siendo una manera de calmarle. No hay que olvidar que el proceso de parto también es duro y estresante para los y las bebés. Hay estudios que demuestran que es capaz de reconocer esas canciones, entrando a formar parte de su mundo sonoro-musical.
El campo de trabajo en torno a la maternidad es muy amplio, porque interseccionan otras circunstancias donde las gestantes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, en centros de acogida, mujeres que están embarazadas sin desearlo, mujeres que viven en entornos de maltrato, embarazos tras una vivencia de agresión sexual, mujeres que se encuentran solas… Pero también perfiles de mujeres que, digamos, encajan dentro de perfiles normativos, donde la concepción es buscada, se encuentran acompañadas y arropadas por su pareja…
El trabajo de intervención musicoterapéutica en relación a la maternidad puede realizarse durante el periodo perinatal, el parto, el posparto y el acompañamiento en la crianza.
¿Cuál es la realidad con la que te encuentras en tu trabajo como musicoterapeuta?
En mi caso, las circunstancias me han llevado a acompañar a parejas que sienten que ese hijo o hija es deseado. Me centro básicamente en la parte de la gestación, en el cuidado de la mujer durante este periodo de su vida tan delicado y a la vez tan importante. Para mí, poder estar con ellas y acompañar en este proceso es un regalo. Que puedan verbalizar los miedos, que los hay, las inquietudes, miedo al dolor, zozobra ante lo que pueda pasar después…
¿Por qué tiene importancia la voz en el periodo perinatal?
El impacto de la voz de la madre en el mundo intrauterino del bebe es indiscutible, debido a que el sonido de la voz de la madre es una necesidad. Me motiva este trabajo por mi propia experiencia como madre y lo que me aportó el canto, contribuyendo a crear un vínculo hermoso con mi hijo, más allá del embarazo. La música por si sola puede aportar múltiples beneficios, pero, como terapia y con unos objetivos claros, los resultados son aún mayores.
Trabajamos la voz, a través de la respiración o la resonancia para conectarla con el útero. Rescatamos canciones de cuna, para que ellas las canten con su bebé y se vinculen a través de ellas. Escogemos canciones populares o hacemos songwriting, que son canciones propias, con letras personalizadas, con mensajes que quieran dar ya que, a veces, les puede resultar más fácil expresar al bebé lo que sienten cantando que hablándoles.
Al trabajar en pareja, ellas se sienten acompañadas y se refuerza el vínculo, ya que es un soporte importante en cualquier momento de la relación, pero aún más en este periodo. Al iniciar el proceso les pido que elaboren una lista de reproducción de música que forme parte de su historia de pareja y que les hagan sentir bien. Esta selección de canciones la utilizarán durante todo el embarazo para que sea un punto de encuentro con el bebé cuando nazca. Es importante señalar que, el oído del bebé ya está desarrollado en los últimos meses de gestación y, por lo tanto, ya las habrá estado escuchando, siendo una manera de calmarle. No hay que olvidar que el proceso de parto también es duro y estresante para los y las bebés. Hay estudios que demuestran que es capaz de reconocer esas canciones, entrando a formar parte de su mundo sonoro-musical.
¿Utilizas otro tipo de instrumentos, además de la voz?
La voz y el canto es mi medio, pero también utilizo otro tipo de instrumentos armónicos, melódicos y rítmicos. Durante el acompañamiento a las madres les invito a que busquen cuál es el color de los instrumentos, es decir, las conexiones con los elementos naturales como la tierra, agua, aire o fuego.
El instrumento estrella es el tambor de agua, es un sonido envolvente de mar que sirve para relajar a la madre y a la vez el agua es el medio del bebé, que también les relaja.
Háblanos un poco del color de los instrumentos…
Me gusta investigar y experimentar desde la práctica. Cuando estás inmersa en el trabajo de intervención, te das cuenta que cada instrumento tiene su conexión. A cada persona le gusta más un tipo de instrumento, o dependiendo de la situación de ese momento se va a decantar por elegir un instrumento u otro. Incluso un mismo instrumento, como el piano, es versátil porque al tener un registro tan amplio que al tocar en la zona de los graves te puedes colocar en un terreno y si tocas los agudos en otro.
Principalmente prefiero trabajar con elementos como el agua, la tierra o el aire. Por ejemplo, los instrumentos de percusión de tripa, como los tambores o los timbales, son instrumentos de tierra y se relacionan con la madre tierra, con tener suelo, con el útero. Me viene el caso de una mujer a la que le gusta mucho la percusión, pero no se siente tan identificada con los instrumentos de percusión de madera, tipo caja china, con un sonido más agudo.
Hay instrumentos más brillantes, tipo triángulos, crótalos, ocarinas o las flautas, que son instrumentos más sutiles y los asocio al elemento aire. Incluso con la voz se puede conectar con el elemento aire, por ejemplo, imitando el sonido del viento.
Instrumentos de agua tienen que ver con el mundo de las emociones. Aquí tendríamos al Ocean Drum (tambor oceánico o tambor de agua), los palos de lluvia, las arpas, etc. Este tipo de instrumentos funcionan muy bien con los bebés, ya que su sonido les calma.
Los instrumentos de viento-metal, aunque utilizan el aire para sonar, los asocio más al elemento fuego.
Antes nos hablabas que la música como terapia ¿qué objetivos se pueden plantear?
Lo primero que hago es rescatar la historia sonoro-musical, tanto individual como de pareja, qué relación tienen con la música. A partir de ahí, marco los objetivos terapéuticos que van desde adquirir mayor consciencia corporal, reducir el nivel de estrés, fomentar el vínculo madre-bebé o dar herramientas para el momento del parto.
A lo largo del proceso, realizamos visualizaciones de cómo se ven ellas en el parto o en el momento presente. Y en ese presente, se trabajan momentos de vínculo entre la pareja llegando a momentos íntimos mágicos.
Mediante los ejercicios de respiración y canto se busca hacer del embarazo una etapa de disfrute, contribuyendo a un mejor estado de bienestar para la madre y de esta manera promover el vínculo madre-bebé.
Hay un aspecto que me parece que es importante destacar. Parece que toda mujer, en su faceta de madre, tiene una fluidez y un vínculo con el bebé y no siempre es así. Puede darse la circunstancia en la que madre no siente ese vínculo, o no sabe cómo hacerlo.
¿Te gustaría añadir algo más?
Para mí la etapa de creación de un nuevo ser y su alumbramiento al mundo es tan importante que debería la sociedad ser más consciente en este sentido puesto que de las mujeres y su bienestar depende en cierto modo la especie humana.
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